
Mi objetivo no es acompañarte, ni darte la mano, ni decirte a todo que sí. Mi objetivo es ser tus ojos y tu voz. Conocerte y entenderte. Que me confíes un día tan especial es lo que da valor a este proyecto, por lo tanto, conseguir que disfrutes durante todo el proceso de organización y el día de la celebración será mi propósito y mi mayor satisfacción.
Soy una entusiasta de la elegancia, la delicadeza y la sencillez, mis tres principios de la belleza en todas sus manifestaciones. Mi filosofía es la del equilibrio. Una celebración debe identificarse con absoluta armonía, y yo te ayudaré a conseguirlo.